Esta vez va de rústico. Queríamos impregnar el salón de olor y sabor a campo. Así que trajimos el campo a casa, simple, fácil...
Utilizamos unas tejas antiguas, de las árabes y las colocamos de base. Encontraremos en cualquier casa de derribo, no creo que suponga problema.
Tomillo, espigas, musgo, tierra, unas crasas y hiedra bicolor...
...qué más se puede pedir....
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